Deducción o inducción. ¿Cuál elegir en investigación de mercados?

En el quehacer del investigador hay dos grandes tipos de razonamiento. Cada uno de ellos nos permite llegar a nuevos conocimientos sobre el mundo que nos rodea. No obstante, cada uno tiene sus particularidades y sirve mejor en determinadas circunstancias. Hoy queremos hablar al respecto. Revisemos las características generales de cada clase de pensamiento y en qué casos se sugiere usarlos en Market Research:

A. Razonamiento inductivo. Este tipo de pensamiento establece generalizaciones a partir de la experiencia universal. Requiere de un trabajo objetivo y sin prejuicios de observación de los hechos a entender. Su enfoque va de lo particular a lo general. Nos ayuda a estructurar conocimientos teóricos y a predecir hechos no vistos todavía con base en los ya observados.

En investigación de mercados se suele usar este tipo de pensamiento en técnicas como la etnografía, la entrevista y las sesiones en profundidad. Se recomienda su uso cuando se dispone de pocos estudios previos de un hecho. Es afín a la metodología cualitativa. Las preguntas que resuelve son «cómo» y «por qué».

B. Razonamiento deductivo. En este caso el entendimiento parte de lo general hasta llegar a conclusiones particulares. Los hallazgos producto de este tipo de pensamiento se definen y caracterizan de forma independiente de la teoría o principio universal. Nos permite la correcta confirmación de hipótesis de principios teóricos ya conocidos.

En nuestro medio esta especie de entendimiento se usa en técnicas como el censo y la encuesta. Es recomendada cuando se tienen muchos estudios previos de un fenómeno, por lo que los objetivos de una investigación se limitan a «evaluar» supuestos derivados de lo ya observado. Se identifica con la metodología cuantitativa y responde a las preguntas «cuánto» y «cuáles».

El pensamiento deductivo e inductivo no son necesariamente excluyentes entre sí. En muchos casos la mejor práctica nos señala que para comprender de forma completa un hecho se debe comenzar por el enfoque inductivo y terminar con el deductivo. Entender cada tipo de juicio nos puede ahorrar tiempo en el momento de diseñar el abordaje metodológico y técnico de cada proyecto de estudio de mercado.