Las mujeres controlan el gasto en la mayoría de los productos de consumo masivo en los hogares: 94% de las decisiones de mobiliario, 92% de las vacaciones, 91% de las viviendas, 60% de los automóviles y 51% de los artículos electrónicos y ello sin mencionar los gastos en alimentos. Adicionalmente, las mujeres representan en la actualidad el 57% del mercado laboral de egresados universitarios en los países desarrollados.
No obstante, en el 2017 menos del 20% de las mujeres formaban parte de la gerencia o alta dirección de las principales corporaciones mundiales. Esto es, menos del 20% de las decisiones de alto impacto sobre los productos y servicios destinados para las mujeres fueron tomadas por mujeres.
La situación anterior, da como resultado una gran disparidad y fracasos en productos y servicios destinados para el mercado femenino. En la mayoría de los casos se trata de esfuerzos bien intencionados que desafortunadamente tienden a mantener o son condescendientes con los estereotipos femeninos del pasado y no satisfacen las necesidades reales de las consumidoras.
Un caso clásico de este error estratégico fue el la línea de computadoras Della, lanzadas por Dell para el mercado femenino. La empresa hizo básicamente algunas adaptaciones en el diseño de los equipos, agregó colores pastel, lanzó un sitio web, y añadió algunas funcionalidades que supuestamente serían de interés para las mujeres, por ejemplo, encontrar recetas o medir las calorías. El proyecto fue un fracaso comercial ya que no logró conectar adecuadamente con las consumidoras. Adicionalmente, generó molestias por parte de muchas de las consumidoras que consideraron que la publicidad del producto era sexista y encasillaba a las mujeres en roles tradicionales.
Ligas de interés:
https://hbr.org/2009/09/the-female-economy
http://www.marketingprofs.com/opinions/2009/22571/della-disaster-what-makes-a-computer-for-women
https://www.mckinsey.com/featured-insights/gender-equality/women-in-the-workplace-2017
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