Este año comenzó en medio de un sobresalto por una nueva variante del virus SarsCov2. Ya entonces el final de la crisis sanitaria que nos tiene contra las cuerdas hasta el día de hoy empezaba a vislumbrarse. En este momento varios países del mundo comienzan a pasar la página y han levantado la mayoría de medidas de control para reducir la expansión de la enfermedad. Las razones para la toma de esta decisión han sido varias: un mundo cansado de tantos meses de restricciones, una economía aletargada, y una mayor cobertura de vacunación están entre las principales.
Aunque la pertinencia de estos pasos justo ahora es debatible, queremos aprovechar la oportunidad para hablar de las enseñanzas que dejó la COVID-19 para las personas que nos dedicamos a la investigación de mercados; con un especial énfasis en América Latina. No es para menos ya que no se recuerda una disrupción en la vida cotidiana tan abrupta desde hace muchas décadas. A la luz de los hechos que suceden en este momento en Europa tampoco suena descabellado repasar estos aprendizajes porque no sabemos cuando debamos reaccionar a la siguiente contingencia.
Aunque las nuevas tecnologías y el acceso a internet nos habían permitido agilizar unos cuanto procesos en nuestros países todavía se apostaba mucho por el trabajo presencial. Esta esquema involucra invertir en inmuebles propios o destinar un presupuesto para la renta de oficinas. También se incentivaba la pérdida de horas/hombre en el tráfico y los trayectos de casa al centro de trabajo. La pandemia aceleró la transición a un esquema híbrido o completamente a distancia. Esto repercutió en muchos casos en una mejor calidad de vida de los analistas sin pérdida de productividad para las empresas que lo supieron gestionar adecuadamente.
A inicios de 2020 nadie sabía como poder compaginar el trabajo con la COVID-19. Fue entonces que se tuvo que poner a prueba la capacidad de innovación y flexibilidad. Muchos proyectos se interrumpieron abruptamente o tuvieron que ser pospuestos para llevarlos a cabo en un mejor momento. Conforme pasaron los meses, aprendimos más de la enfermedad. Esto último nos alentó a estar atentos a los nuevos descubrimientos y noticias de parte de las autoridades de salud para adaptar nuestra labor a favor de la seguridad de todas las partes interesadas. Sin salud no hay nada más que valga.
Hay etapas de la vida en que parece que lo sabemos todo o nos resignamos a no aprender aquello que queremos por falta de incentivos. En los últimos meses muchas personas se lanzaron a tomar algunos de los cientos de webinarios que se emitieron en todo el mundo. Los que optaron por otras vías adquirieron nuevas habilidades y capacidades gracias a plataformas de video. La atípica circunstancia que hizo ganar tiempo libre de calidad a muchas personas fue la oportunidad perfecta para satisfacer necesidades de aprendizaje que hoy han derivado en cambios de hábitos y un mayor auge de clases y cursos en línea.
El distanciamiento físico habría implicado un distanciamiento social si la pandemia hubiera ocurrido algunos lustros atrás. Gracias a las redes sociales y plataformas de videollamada muchas personas pudieron mantener el contacto con sus seres queridos. Incluso aquellos que se habían mantenido alejados de las alternativas de comunicación en línea se acercaron a éstas para no quedar aislados. También los medios se vieron fortalecidos al convertirse en una opción de esparcimiento y para enterarse de las ultimas noticias sobre la situación mundial. Recordemos que en la América de habla hispana y portuguesa hay un segmento de la población que sólo tiene acceso a radio y/o televisión.
Es cierto que lo que hemos vivido estos años nadie lo habría podido adivinar. No obstante, esto no es del todo cierto. En investigación de mercados tenemos como objetivo reducir la incertidumbre para acompañar las decisiones que involucran grandes inversiones. La prevención es una máxima para reducir los daños ante un evento adverso. Reparar y reaccionar ante un desastre es una tarea muy costosa. Desde hace años expertos en la materia nos habían advertido de las futuras pandemias que podrían poner en jaque al mundo entero. Hoy el siguiente riesgo que podríamos enfrentar es el de las bacterias super resistentes a todos los antibióticos conocidos. La previsión de amenazas y el diseño de planes de respuesta pueden hacernos más competitivos y reducir curvas de aprendizaje mañana.
Hay muchas más lecciones que podemos mencionar sobre la actual crisis de salud que parece ya estamos por superar. Sin embargo, eso no significa que debamos correr y regresar a la anterior normalidad sin cautela. El mundo no será el mismo y más transformaciones están ya en puerta. Por eso, los hallazgos y estudios que desarrollan los analistas de mercados son siempre bienvenidos para fortalecer a las marcas y a las personas. Acertiva está lista para ser tu aliada en América Latina para satisfacer tus necesidades de conocimiento de mercado. Escríbenos hoy mismo.
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