Esta semana el mundo volteó a ver al Reino Unido por la pérdida de su monarca. Este suceso histórico nos permite revisar un concepto desde la Investigación de Mercados. La marca-país es un elemento que involucra muchas variables y que cambia a lo largo del tiempo. En función de su naturaleza puede afectar o beneficiar a las personas y empresas que radican en un lugar en específico. Por ello, es un tema que no debe pasar desapercibido por las marcas y organizaciones.
A pesar de las implicaciones de la casa reinante en distintos casos controvertidos, no cabe duda que es un distintivo que mantiene la unidad de su país. La familia real es también un activo que genera no pocos ingresos. No es cosa menor que miles de personas acuden a los sitios reales más emblemáticos con el fin de vivir de cerca parte de la historia y sello característicos de un ámbito que produce emociones encontradas.
UK es un lugar que muchos podemos describir con algunos adjetivos comunes. Estas características ayudan a las personas a tomar decisiones de compra con marcas y empresas oriundas de tal espacio. Esta situación puede extrapolarse a otros países. Sin salir de Europa, podemos hablar de los casos de Alemania, Italia y Suiza por citar sólo algunos ejemplos. Casi sin tener que pedirlo, el lector podrá hacer una lista mental de aspectos distintivos de cada país y que no le resultará descabellado hacer extensivo a los productos y servicios ofrecidos desde cada Estado.
Al igual que el dilema que trata de dilucidar qué fue primero, si el huevo o la gallina, la dicotomía entre marca-país y el país se trata más bien de una dupla indisoluble. Lo que suceda en el Estado termina afectando a sus empresas y viceversa. Algunos países están muy conscientes de esta situación y han invertido activamente en modificar la percepción que se tiene de su marca-país. En estos momentos un ejemplo muy evidente es el de Catar. En el pasado cercano tenemos otros ejemplos exitosos; nos referimos a los casos de Japón y Corea del Sur.
En el caso del país de Medio Oriente, sabemos que se trata de un país con grandes ingresos petroleros y que se rige por leyes rígidas que el mundo occidental no aceptada por sus implicaciones. Como otros países de su región, sus dirigentes saben que la producción de petróleo no durará para siempre. Es por ello, que con la sede del Mundial de futbol de 2022 se persigue el objetivo de poner en la conversación al país en el escenario internacional como un referente de convivencia y modernidad. ¿Lo logrará? Sólo el tiempo lo dirá.
En América Latina, tenemos varios casos de marcas-país que podemos estudiar. Nos centraremos en el caso de México. Este país de Norteamérica es un actor internacional que suele despertar en casi todos simpatías y elogios. Sin embargo, cuando se le describe en términos económicos los halagos suelen ser más bien variopintos. También es interesante entender la relación de los mismos mexicanos con su propia marca-país. En términos generales, si algún producto o servicio lleva consigo la etiqueta «Hecho en México» suele inspirar confianza en los consumidores nacionales.
Cuando se hace un estudio de mercados y se tiene conocimiento de que la marca-país pesará en la percepción de aquello que se buscar conocer a detalle, bien valdrá la pena abordar este parámetro con rigor. Obviar este factor puede hacer perder de vista un motivo de toma de decisiones de las personas que a la larga puede ser el elemento determinante entre el éxito y el fracaso de una estrategia de mercadeo.
En Acertiva sabemos que la reducción de la incertidumbre es una necesidad de nuestros clientes. Gracias a nuestros casi veinte años de experiencia en la región es que podemos ayudarte a desarrollar tus proyectos de conocimiento del mercado latinoamericano. Escríbenos ahora para decirte la manera en que podemos ser tus aliados regionales en Market Research.
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