La barrera del idioma en investigación de mercados

La globalización ha traído muchos retos a la hora de comprender a las personas y sus decisiones. Uno de ellos es el concerniente al idioma: no todos hablamos el mismo. Aunque es deseable que los analistas conozcan más de un idioma, en la realidad hay limitaciones para que nativos de un idioma dominen otra o más lenguas. Este problema se ha logrado subsanar con varias soluciones.

En un inicio se cuenta con la proveeduría de traductores e interpretes humanos que colaboran con los equipos de investigación. Ya sea traduciendo instrumentos de levantamiento de datos y materiales audiovisuales hasta la interpretación en vivo de entrevistas a profundidad o sesiones de grupo es posible trasladar información de un idioma a otro.

También tenemos al alcance de la mano los programas en línea como Google Translator que permiten obtener traducciones cada día más precisas de textos, grabaciones y audio en vivo. Incluso es posible conseguir dispositivos similares a grabadoras que se conectan a internet y ofrecen al usuario traducciones en tiempo real.

No obstante, a pesar de que se cuenta con estas herramientas, éstas cuentan con algunas limitaciones a considerar. La primera consideración se refiere a las expresiones y conceptos que no tienen traducción en otras lenguas. También está la calidad de los dichos de las personas: algunas hablan más claro y otras más rápido; por lo que los interpretes quizá deban verse orillados a resumir ciertos elementos de un audio.

Las áreas de oportunidad de la traducción de un idioma a otro también deben considerar un grado de «tropicalización». Hay sustantivos y palabras que aunque se conozcan en diversos idiomas su pronunciación entre un país y otro pueden ser muy diferentes dando lugar a algunos malos entendidos entre investigadores y consumidores.

Estos hechos son conocidos por muchos analistas de mercados y los tienen presentes a la hora de realizar actividades de investigación. En algunas ocasiones la imposibilidad de algunos por conocer al 100% el contenido de los dichos de un consumidor en su idioma materno puede generar nerviosismo.

En esos casos, hay alternativas para incrementar el grado de conocimiento. Una es la trascripción traducida de una sesión y otra es celebrar una reunión con el equipo de interpretación para ahondar en los puntos de mayor interés. De todas maneras, los expertos en idiomas deben trabajar muy estrechamente con el resto del equipo de estudio con el fin de ofrecer los mejores resultados.

En Acertiva contamos con colaboradores en traducción e interpretación de idiomas con experiencia en investigación de mercados. Cuéntanos tu próximo proyecto. Estaremos atentos para asesorarte y ofrecerte la mejor solución a tu alcance.