El universo de consumidores está compuesto por personas de diferentes niveles socioeconómicos. El grueso de la población pertenece a niveles medios a bajos. Por tal razón son grupos que no representan un desafío contactar; incluso si se requiere un número grande de individuos. No obstante, hay un segmento que por su reducido tamaño cuesta más esfuerzo alcanzar. Nos referimos a quienes forman parte de los estratos más altos de la sociedad.
En América Latina este grupo puede ser más reducido si cabe. El número de individuos de este estrato no es el único obstáculo para los investigadores que requieren trabajar con ellos. Como es ya de conocimiento popular nuestros territorios sufren de cierto índices de seguridad que obligan a tomar precauciones adicionales cuando se trata de hacer la vida cotidiana. Por estas y otras razones es que enumeramos en nuestra entrada de blog semanal cuatro elementos de hacer estudios de estrato económico alto.
Concepto. Podría parecer una obviedad para algunos, pero determinar qué características deben tener las personas de nivel adquisito alto puede resultar problemático. Esto cobra más sentido cuando queremos trabajar con las reglas de puntaje de las Asociaciones de Investigación de Mercados de cada país. Según estos instrumentos, muchas personas que no cumplen el estereotipo de personas adineradas pueden ser consideradas como tales. Por tal razón a veces se consideran como filtros que estas personas consuman ciertas marcas o tengan cierto monto mínimo de gastos al mes.
Experiencia. El trato con personas de la punta más alta del escalafón social puede ser un área de oportunidad. Esto último se explica porque los consumidores de este sector no suelen convivir con otras personas que consigo mismos y por tal tienen códigos y costumbres que pueden resultar en obstáculos para un analista poco versado o sin cocimiento de tal grupo. Aunque no es necesario que los investigadores pertenezcan a un nivel alto, sí deben tener pericia para convivir con ellos en la mayor igualdad de circunstancias posibles.
Incentivos. Cuando trabajamos con personas del común de la población podemos pensar en incentivos tradiocionales para retener su atención. Sin embargo, las personas que a veces pueden ver el trabajo como una tarea opcional no requieren ningún regalo o promesa de entrega de un obsequio para colaborar en nuestros estudios. Las personas de clases acomodadas pueden apreciar más una experiencia innovadora o tener acceso a parte de los hallazgos de las investigaciones.
Presupuesto. La inversión de un estudio puede ser directamente proporcional a ciertos parámetros. El nivel económico de los participantes es uno de ellos. Entre más pequeño, inaccesible y poco interesado en ganar una recompensa por participar en nuestros proyectos sea el público objetivo obliga a los diseñadores de los protocolos de investigación a ser más creativos para conseguir alcanzar las metas sin llegar a demandar precios incosteables.
Los estudios de mercado con miembros de grupos muy pequeños o con restricciones de contacto son una oportunidad para que una agencia o grupo de estudiosos pongan a prueba sus capacidades; todavía más si este tipo de tareas están fuera de su área de práctica habitual. Cuando hablamos de equipos dedicados a este segmento podemos hablar de que cuentan con proveedurías de niveles altos como lo pueden ser recintos exclusivos o de restauración como catering adecuado.
En Acertiva solemos enfocarnos en consumidores del grueso de la población debido a nuestras áreas de experciencia. No obstante, en ocasiones hemos trabajado con personas como las descritas hoy. Esto ha sido posible porque encontramos a informantes de esta naturaleza en segmentos como el farmacéutico y el educativo. Si tienes un proyecto de Market Research para LATAM en puerta puedes ponerte en contacto con nosotros. En respuesta te diremos la manera en que juntos haremos realidad tu próximo caso de éxito.
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