En entradas anteriores de este blog hemos insistido en que los levantamientos de campo que duran mucho suelen significar incidencias altas. Esta situación incrementa los costos y los tiempos estimados ya que implica reclutar personas que estén dispuestas a colaborar con nosotros a pesar de la agendas limitadas que muchos disponemos. Aunque en muchas ocasiones quisiéramos conseguir todos los datos e información con entrevistas más breves, esto no es posible en todos los casos.
¿Debemos renunciar a profundizar tanto como necesitamos en la búsqueda de una mayor participación? No necesariamente. Sin embargo, conseguir buenos números de productividad y calidad de los hallazgos implica una serie de estrategias y técnicas que bien vale la pena conocer. A continuación te compartimos cuatro consejos para aplicar estudios que incluyan entrevistas largas.
- Encuestadores persuasivos. Muchas veces las personas se aburren o desesperan cuando se les aborda de forma monótona o con apuro. Mantener atento al respondiente es crucial para retenerlo hasta el final del cuestionario y asegurar que responda con atención. En este tipo de investigaciones será necesario contar con encuestadores amables, empáticos y que consigan convencer a las personas de culminar su participación de forma exitosa y completa.
- Ofrecer un incentivo atractivo. Dice un dicho en nuestra región que reza «dependiendo del sapo es la pedrada». Aplica el mismo principio para estudios en que el tiempo que solicitamos a una persona es mayor al que puede regalarnos sin mayor complicación. Por ello hay que considerar un presupuesto para ofrecer un incentivo para quienes participen en nuestros estudios y que les resulte en una buena compensación por colaborar con nosotros. Tampoco hay que olvidar que no todas las personas que colaboren en nuestras entrevistas pueden recibir incentivos económicos o en especie. En esos casos hay que considerar ofrecer información valiosa o un resumen de los hallazgos del estudio en el que participan.
- Concertar citas. Hay muchas formar de conseguir personas que respondan a nuestras preguntas. Normalmente los cuestionarios largos no se aplican en puntos de afluencia. Cuando aplicamos entrevistas en hogares o en empresas es posible conseguir colaboración por mayor tiempo. No obstante, dependemos de la disponibilidad de quien atiende nuestra solicitud. Por ello, no hay que descartar hacer un primer contacto para concertar una hora determinada para nuestra entrevista y volver entonces para aplicarlas.
- Diseñar encuestas dinámicas. Al planificar una investigación podemos caer en la trampa de diseñar un cuestionario que parezca aburrido y monótono para quienes aceptan responderlos. Se debe buscar que el flujo y las preguntas no sean percibidas como una repetición de reactivos que desesperen a las personas o hacerlas responder por responder con el único fin de despachar lo más pronto posible a nuestros encuestadores.
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