Reducir la incertidumbre en la toma de decisiones es una de las principales metas de la Investigación de Mercados. Las marcas y empresas invierten grandes sumas para conocer mejor su entorno. El no saber el estado de los mercados y a las personas que consumen sus servicios y productos puede derivar en retrocesos y cierres. En un entorno ideal la única preocupación es el crecimiento de la empresa y fortalecimiento de las ventajas competitivas.
No obstante, la tercera década del siglo XXI ha resultado ser una montaña rusa de emociones por decir lo menos. Para las generaciones desde la posguerra un escenario de conflagración internacional parecía ser una amenaza lejana y reservada a los libros de historia. El auge del bloque capitalista a inicios de los años noventa del siglo XX nos daba un respiro tras años de tensiones contra el bloque comunista, pero los hechos recientes en Europa reflejan otra posibilidad.
Con las crisis financieras derivadas del estallido de algunas burbujas, la irrupción de la pandemia por SarsCov2 y los recientes ataques a Ucrania llevan a todas las personas a reconsiderar aquello que se pensó ya era parte del reino de lo imposible. Y es que tenemos algunos años consecutivos en que los escenarios planteados en películas de ciencias ficción se han convertido en realidad poniendo en duda varias certezas.
Aunque la mayoría hemos tenido que adaptarnos a las cada vez más constantes transformaciones en la vida diaria, parece que tenemos más amenazas en el horizonte y que de una u otra forma nos tocará enfrentarlas. Entre éstas encontramos a la crisis climática que pone en tela de juicio lo que sabemos y tenemos en cuanto actividades agrícolas, ganaderas y humanas. También están las futuras enfermedades que pueden regresar desde los relatos de los abuelos por el avance de la resistencia a los antibióticos. Esto sólo por mencionar dos ejemplos.
¿Sólo nos queda esperar a que ocurran las cosas para actuar? Muchas personas, mucho más en América Latina por idiosincrasia y cultura, son más reactivas que preventivas. Sin embargo, el precio a pagar por esta postura es aumentar la vulnerabilidad, la exposición y los tiempos de recuperación en caso de desastre. En cambio, aquellos que previenen, planifican, invierten y hacen simulacros periódicamente logran el efecto contrario.
De la Geografía podemos aprender que muchas de las amenazas que se avecinan son producto de las decisiones de varios actores y por lo mismo la responsabilidad de detenerlas, prevenirlas y de prepararnos frente a ellas también es de nosotros. Si ya recurrimos a esta ciencia social como herramienta para soluciones de Geomarketing, es momento de revisar otras de sus facetas para que el futuro que sea que nos espere sea el mejor para todos.
Es por ello que la Investigación de Mercados debe desarrollar más su área de análisis de riesgos y planificación de rutas de respuestas ante las más dispares posibilidades. Los recientes hechos han demostrado que todo es posible por muy descabellado que parezca. Lo más precavidos y sensatos suelen prevalecer y seguir adelante. En Acertiva somos conscientes de esta situación y estamos listos para ayudar a tu marca en esta tarea. Escríbenos hoy para ayudarte a conocer más de tu mercado, consumidores y competidores.
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