Este año ha resultado muy complejo apenas comenzó. Aunque desde años atrás ya se vislumbraban algunos de los retos que enfrentamos hoy otros nos cayeron como balde de agua fría. Una especie de tormenta perfecta se dio lugar poniendo a prueba la capacidad de las organizaciones e individuos. Una infección por el virus del SARSCov2 en China dio la nota en el cierre del año 2019 y desde entonces no ha parado de incrementar su expansión a nivel internacional. Además, nos enfrentamos a una guerra de precios del petróleo que nos recuerda un poco los años ochentas. Así mismo, las divisas comenzaron a depreciarse en cuestión de días por la conflagración de eventos antes señalados.
Sin embargo, la mayor amenaza que se cierne sobre un sinnúmero de empresas y consumidores es el paro de las actividades económicas en muchas áreas de mundo. Todo contacto directo e prescindible entre personas fue declarado como peligroso por la exposición al virus que produce la COVID-19. Por consiguiente, centros de entretenimiento y vuelos fueron cancelados y/o pospuestos hasta nuevo aviso. Incluso la investigación de mercados se vio involucrada. Por su amplia componente social, el freno de los proyectos no se dejó esperar.
Las entrevistas cara a cara y los focus groups presenciales fueron reprogramados en el mejor de los casos. La reducción de actividades ha supuesto un reto para unos y un riesgo para otros. ¿Qué nos queda hacer en estas semanas? Dependiendo de las condiciones de cada quien algunas acciones parecen imperativas para sobrellevar la pandemia:
- Continuar la mayor de actividades mediante vía remota. Gracias a que hoy muchos contamos con equipos con cámara y micrófono e internet nos es posible seguir adelante con los proyectos que las utilizan. Investigaciones de gabinete, entrevistas CATI, focus groups virtuales, entrevistas mediante plataformas Skype o Zoom son ahora el único medio para seguir adelante los procesos operativos en los puntos del planeta donde la contingencia ha obligado a la población a someterse a la cuarentena.
- Redefinir condiciones de financiamiento. Debido a que los plazos y condiciones del entorno cambiaron drásticamente es necesario revisar las cuotas y condiciones de financiamiento para alargar el tiempo en que se pueden hacer frente a gastos que no se pueden detener.
- Negociar con colaboradores, proveedores y clientes cuando sea momento. No sabemos cuándo se pueda regresar a la normalidad, por ello se debe evaluar cuánto tiempo se pueden mantener sueldos, honorarios y pagos. Conociendo este escenario, toca hablar directa y con claridad con las partes interesadas para definir etapas de respuesta en caso de que la contingencia se extienda más allá de la capacidad de pago de las empresas.
- Innovar. Hoy más que nunca es momento de revisar los procesos y elementos del gremio y nuestras empresas con el fin de rediseñar aquello que ya no es funcional, eficaz, eficiente y rentable. Así mismo, es clave crear nuevas herramientas y tecnologías que nos permitan afrontar nuevas contingencias en el futuro. Las coyunturas son oportunidades de crecimiento para los que saben ver.
- Colaborar con las autoridades. La investigación de mercados tienen un bagaje de información, herramientas, técnicas y recursos humanos que pueden apuntalar las decisiones gubernamentales y marcar líneas de respuestas y acción innovadoras con el objetivo de contar con una recuperación lo más pronta y rápida posible.
- Evaluar los planes de respuesta a crisis. Si no cuentas con uno es momento de diseñar uno. Si ya implementaste uno es la oportunidad de verificar su correcto funcionamiento y cuando se regrese a la normalidad hacer las modificaciones pertinentes.
En Acertiva estamos seguros de que cuando la contingencia sanitaria acabe muchos de nosotros podremos sobreponernos para dar paso a una nueva etapa de la investigación e inteligencia de mercados. Sonará trillado, pero lo que no nos destruye nos hace más fuertes.
Short Link: