¿Qué nos preocupa mientras permanecemos en casa?

La cuarentena sigue adelante en varios países en el mundo. La fecha de regreso a las calles varía en cada latitud. Sin embargo, dos hechos son muy evidentes. El primero es que el encierro, voluntario u obligatorio, ha significado un reto para todos los que lo han experimentado. En segundo lugar están las noticias de rebrotes en algunas ciudades que ya habían superado el primer pico de contagios. Por ello, en Acertiva nos dimos a la tarea de enumerar algunos hechos que tendrán que ser investigadas a la brevedad por su reciente repunte entre los consumidores.

  1. Sensación de pérdida de libertad. Quizá se trate de la primera de las consecuencias. Antes salir a la calle a realizar las más diversas actividades que satisficieran nuestras necesidades parecía algo inalienable. Ahora, el tener que estar encerrado ha generado en más de uno la idea de vivir como prisioneros en la propia casa.
  2. Aprehensión. En estos días el acceso a datos e información es muy amplia. No obstante, el número de fuentes y el constante bombardeo de notas puede resultar en un ambiente viciado para algunos. Eso sin entrar a debatir sobre la veracidad de éstas.
  3. Estrés. Casi de la noche a la mañana nos enfrentamos a nuevos retos. No sólo tenemos la crisis sanitaria. También muchas personas han visto sus fuentes de ingresos cerradas o en peligro de cerrar. Aunado a vivir situaciones límite como convivencia 24/7 con vecinos y cohabitantes del hogar el estrés ha tenido terreno donde crecer.
  4. Depresión. Tantas condiciones adversas para la mayoría ha elevado los casos en que las personas se sumen en cuadros depresivos. Una amenaza real e intagible, una tormenta perfecta de contingencias y las condiciones propias pueden hacer ver a quienes la padecen la imposibilidad de poder afrontarlas con éxito.
  5. Frustración. El nuevo mundo que nos espera cuando termine esta crisis diferirá en muchos aspectos del anterior. Aunque las tecnologías son en su gran mayoría intuitivas y son accesibles para su uso por la gran mayoría de las personas, un segmento considerable podría quedar relegada de las soluciones que la vida virtual nos ha impuesto de un día para otro. Además reaparecen las brechas de ingreso ya que muchas nuevas prácticas digitales requieren contar con electricidad, internet y computadora.
  6. Enojo e ira. No es un hecho desconocido que las denuncias de violencia intrafamiliar se han elevado desde que se determinaron las medidas de encierro. El verse saturado orilla a muchas personas a ejecutar acciones violentas contra sus compañeros de vivienda. Esto, a la larga, afecta a todos por representar un problema de salud pública adicional a combatir en estos días difíciles.

Estos hechos tendrán consecuencias durante y después de esta crisis. Es necesario, en la medida de las posibilidades, comenzar esfuerzos para entenderlas. Una vez analizadas, será posible arrancar acciones de mitigación y resiliencia desde las marcas y empresas ya que, en una medida u otra, éstas modificarán el mercado de forma temporal y permanente.