Hace algunas semanas abordamos en nuestro blog los cambios que ha sufrido el espacio en nuestra vida cotidiana. Gracias a las nuevas tecnologías muchas actividades que estaban atadas de cierta forma a ciertos lugares hoy no lo están. Además, el impacto económico de la crisis sanitaria por el SarsCov2 ha impulsado algunas transformaciones en el mercado inmobiliario que vale la pena evaluar si éste último afecta de una forma u otra a tu sector.
- Aumento de la oferta. En las grandes ciudades se ha observado un aumento de inmuebles desocupados. Las razones son varias. Entre ellas están que algunos inquilinos no pudieron seguir pagando sus rentas y tuvieron que entregar las llaves a sus arrendadores. Otros consiguieron seguir en sus puestos de trabajo, pero migraron a otros destinos que les ofrecieran mayor calidad de vida. Este fenómeno es muy interesante ya que es posible que continúe a lo largo del tiempo y debido a ello redefina características de otras actividades como las comerciales y vecinales.
- Reducción del tamaño de las viviendas. A Hispanoamérica han llegado los desarrollos inmobiliarios que sacrifican espacio privado a favor de agregar amenidades a los complejos de viviendas y estar cerca de los centros de trabajo y entretenimiento más demandados por los compradores. En Ciudad de México, departamentos de poco más de 20m2 son ofertados en zonas céntricas de la urbe asegurando en su promesa de venta una rápida y gran plusvalía.
- Demanda social de regulaciones al mercado inmobiliario. En varios países del mundo, diversos grupos han levantado la voz para pedir a las autoridades que regulen las transacciones entre inquilinos y arrendadores. Una de las causas de este reclamo y que algunos medios de comunicación han recogido es que varios arrendadores han solicitado el desalojo de sus propiedades a pesar de la gravedad de la crisis de ingreso de varias familias. La falta o deficiencia de un marco legal claro que defina los derechos y obligaciones entre los interesados en ofrecer y conseguir una renta ha despertado la molestia de algunos sectores.
- Los precios no corresponden al comportamiento de la oferta. En términos generales la ley de la oferta y la demanda indica que a mayor oferta cae el precio para animar a las personas a comprar un bien o servicio con exceso de inventario. A pesar del incremento de la oferta de inmuebles, los precios de las rentas en varias ciudades, lejos de caer, se sostienen a niveles anteriores a la contingencia sanitaria.
- Las personas con recursos invierten en bienes raíces. No es un secreto a voces que muchas personas están buscando activos en los cuales refugiar su capital ante el volátil escenario económico en el que vivimos. Por ello, no es raro que un segmento de personas esté comprando bienes inmuebles con el fin de obtener ingresos por renta o en espera de poder revender en otro momento. Esta práctica tiene algunas implicaciones, como el sostenimiento del precios de las rentas ya que varios compradores de vivienda adquieren estos bienes gracias a créditos hipotecarios.
Como hemos puntualizado en otras oportunidades, estas tendencias son generales. Cada país o ciudad presentará particularidades de estos fenómenos e incluso mostrará otras situaciones que no hemos enlistado aquí. Por ello, es que la investigación de mercados reafirma su papel como una inversión que permite fundamentar los planes de respuesta de cara a ofrecer a las personas los productos que necesitarán en el futuro cercano.
Las transformaciones desencadenas por la pandemia de la COVID-19 siguen en curso. Nadie sabe a ciencia cierta cuándo las personas terminarán de recuperarse tras largos meses de circunstancias adversas que pocos esperaban. En Acertiva sabemos de esta inquietudes. Estamos a tu servicio para poder apoyar a tu empresa a entender mejor este entorno tan cambiante. Escríbenos para que nos compartas tus necesidades y nosotros te podamos decir cómo podemos ayudarte a escribir tu próxima historia de éxito.
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